Las Singladuras - 4ª etapa

Amanecía el día en L'Ametlla de Mar con nubes altas y un buen sol con ganas de imponerse, pero con un amenazante Mestral que quería en toda la costa sur de Tarragona. En el puerto no parecía que fuese gran cosa pero pronto salimos de dudas al salir por la bocana. Vientos sostenidos de 20-22 nudos de Poniente, con rachas que alcanzaban los 26-28 nudos. Tras tres días de regata las fuerzas empezaban a flojear en la cubierta del DASUMO TRES y Mi Capitán adopto su versión más prudente para afrontar esta regata.

Mi Capitán es mucho Capitán, pero cuando los vientos superan los 20 nudos reales, la que manda en mi cubierta es La Sirenita, así que de salida dos rizos, trinqueta y a verlas venir. No nos jugamos nada y la seguridad es lo primero.
Con puntualidad británica sonaba la señal de atención para la flota. Rumbo directo desde L'Ametlla a Cabrils con viento de NW que nos permitía navegar de través las 16 millas de la regata con rumbo directo a la linea de meta.
La flota se tomaba la salida con prudencia, los barcos muy separados unos de otros y las salidas de orzada afectaban a toda la flota.

El WALLSTREET ponía pronto tierra de por medio y se escapaba del resto de la flota. Nosotros saliamos pegamos al pequeño MESTRAL que también sufría de lo lindo.

En el DASUMO TRES íbamos todos un poco de "culo". Cuando los vientos se mantenían estables entre los 20-22 nudos iba muy rápido y nos acercábamos a los barcos de delante. Cuando cargaba la racha, Mi Capitán soltaba escota de mayor y luego se peleaba con el winche para volver a cazarla. Cuando el viento aflojaba hasta los 14-16 nudos íbamos cortos de trapo y nos quedabamos muy frenados.

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Tras la cuarta orzada y soltada de escota de mayor Mi Capitán decide que ya no le quedan fuerzas para seguir cazando con el winche y decide dejar la mayor un poco desventada, de manera que cuando cargaba la racha, el piloto aguantaba muy bien la envestida y no era necesario soltar escota.


Cuando superamos Vandellos, el viento afloja un poco, se mantienen los 20 nudos pero ya no tenemos rachas, de manera que Mi Capitán decide sacar el génova dejando unas cuantas vueltas en el enrrollador pero manteniendo los dos rizos en la mayor. Navegando así hacemos puntas de más de 8 nudos de GPS. De vez en cuando aprieta alguna racha y Mi Capitán se ve obligado a soltar escota de mayor de nuevo. A la segunda orzada consecutiva decide recoger el génova y seguir navegando con la trinqueta.


El CINC LLUNES se pelea con el BUIRAC, un Sun Odissey 49 que intenta pasarlo por barlovento mientras la tripulación del CINC LLUNES se defiende y se mosquea.


Poco a poco se nos va escapando la flota por tierra que pronto quitan los rizos y siguen con todo el trapo.


El TWINS es el primero en poner millas de por medio, perseguido en todo momento por el CINC LLUNES,


el ESTUPENDU también quita el segundo rizo y empieza a escaparse,

y hasta el pequeño BLUE STAR que se esta jugando el tercer puesto de la general se nos va poco a poco.


El que más se la juega es el JOIA que se atreve a izar el genaker aunque pronto se da cuenta de que es muy difícil mantener el rumbo con este viento y tanto trapo cargando. Pronto se nos viene encima incluso se nos va por sotavento. Esta derivando mucho.

Finalmente hacemos nuestra entrada en meta en un discreto 12º puesto en real que será el mismo que haremos en tiempos compensados. Entramos a 15 minutos del LAMU TIMUX, a 8 minutos del TWINS, a 6 minutos del CINC LLUNES y a 1 minuto del BLUE STAR.


Última etapa de Las Singladuras que ha resultado más dura de lo esperado. Unos vientos que sobre el papel me favorecen pero que faltaban manos en cubierta para poder sacarle partido.
Tras cruzar la meta arriamos mayor y entramos en el puerto de Cambrils con 20 nudos de viento y nos ordenan amarrar en un lugar complicado.


Mi Capitán con pericia y astucia negocia bien la maniobra clavando un amarre perfecto en mitad del R3, tarea nada fácil con este viento.
La Sirenita prepara un buen tentempié mientras Mi Capitán es entrevistado por la TV local de Cambrils. Descorchamos una botella de vino con la que nos obsequió la organización y que pronto queda vacía.
Mi Capitán se encarga de recoger y fregar los platos mientras La Sirenita descansa tras una dura jornada de regatas.

Ahora que duerme, dejarme decir que la actuación de La Sirenita en estas Singladuras de la Costa Dorada ha sido excepcional, a trabajado en todas y cada una de las etapas, ha aguantado los cabreos de Mi Capitán con mano izquierda, ha colaborado en todas y cada una de las maniobras, incluso, ayer tuvo la brillante idea de proponerle a Mi Capitán que se dejara de inventos en las salidas y se pusiera detrás de los que saben... en fin, la mejor tripulante del DASUMO TRES.
Tras la comida, corrieron los Ronssets en la cubierta del DASUMO TRES mientras Mi Capitán y yo escuchábamos por la radio el partido de Mágico Espanyol en Getafe, La Sirenita dormía plácidamente y el gran Rocco intentaba pescar algo en el pantalán de enfrente.