La Sirenita venia dispuesta a poner en práctica sus nuevos conocimientos náuticos. Resulta que ella ya posee titulación náutica y ya ha realizado las prácticas pertinentes, así que venia dispuesta a ponerse a los mandos del DASUMO TRES. También tengo que decir que a Mi Capitán se le caía la baba...
Para empezar Mi Capitán se dispone a poner el motor cuando se oye a La Sirenita preguntar si puede hacer el check list... Mi Capitán y yo nos miramos con cara de sorpresa y pensamos que a partir de hoy, hay que llegar media hora antes al puerto para poder salir a navegar.
Primero comprueba las sentinas y que no haya gota de agua en ellas. Luego revisa todos los grifos de fondo para que no haya ninguno abierto, lo siguiente es el motor, primero el nivel de aceite que sea el correcto y luego busca algo más que no consigue encontrar porque el barco de las prácticas tenía un motor más sencillo dice ella...
Por fin ponemos el motor en marcha. Salimos del amarre con Mi Capitán al timón porque hoy domingo hay mucho movimiento en el puerto según la nueva Patrona.
Salimos por la bocana con 8-9 nudos de Sur que nos permiten navegar a vela toda la mañana y toda la tarde. La intención era ir a fondear pero como que había bastantes nubes en costa, se han dedicado ha realizar bordos mar adentro buscando los rayos del sol
y probando suerte con las artes de la pesca.
A las 18h llega la hora del regreso y La Sirenita se pone a los mandos de la embarcación con la intención de entrar el barco al puerto y realizar varias maniobras, entre ellas, la de amarrarme al pantalán.
Cruzamos la bocana y nos ponemos a 3.0 nudos de velocidad, ni medio más ni medio menos.
Si os soy sincero, es como si lo hubiese hecho toda la vida. Con mucha paciencia y mucha tranquilidad ha realizado un amarre perfecto y Mi Capitán se ha encargado de amarras y muertos, mientras alucinaba con la soltura que demostraba la nueva Patrona (con titulación) del DASUMO TRES.
Esto promete grandes novedades para este verano, ya que Mi Capitán se podrá dedicar al ancla, mientras que La Sirenita se encargará de sortear veleros en los fondeaderos.
Una vez amarrados contemplamos al nuevo vecino de pantalán, el ILONA, un megayate de 73 metros y con helipuerto, propiedad del magnate australiano Franck Lowy.
Para empezar Mi Capitán se dispone a poner el motor cuando se oye a La Sirenita preguntar si puede hacer el check list... Mi Capitán y yo nos miramos con cara de sorpresa y pensamos que a partir de hoy, hay que llegar media hora antes al puerto para poder salir a navegar.
Primero comprueba las sentinas y que no haya gota de agua en ellas. Luego revisa todos los grifos de fondo para que no haya ninguno abierto, lo siguiente es el motor, primero el nivel de aceite que sea el correcto y luego busca algo más que no consigue encontrar porque el barco de las prácticas tenía un motor más sencillo dice ella...
Por fin ponemos el motor en marcha. Salimos del amarre con Mi Capitán al timón porque hoy domingo hay mucho movimiento en el puerto según la nueva Patrona.
Salimos por la bocana con 8-9 nudos de Sur que nos permiten navegar a vela toda la mañana y toda la tarde. La intención era ir a fondear pero como que había bastantes nubes en costa, se han dedicado ha realizar bordos mar adentro buscando los rayos del sol
y probando suerte con las artes de la pesca.
A las 18h llega la hora del regreso y La Sirenita se pone a los mandos de la embarcación con la intención de entrar el barco al puerto y realizar varias maniobras, entre ellas, la de amarrarme al pantalán.
Cruzamos la bocana y nos ponemos a 3.0 nudos de velocidad, ni medio más ni medio menos.
Si os soy sincero, es como si lo hubiese hecho toda la vida. Con mucha paciencia y mucha tranquilidad ha realizado un amarre perfecto y Mi Capitán se ha encargado de amarras y muertos, mientras alucinaba con la soltura que demostraba la nueva Patrona (con titulación) del DASUMO TRES.
Esto promete grandes novedades para este verano, ya que Mi Capitán se podrá dedicar al ancla, mientras que La Sirenita se encargará de sortear veleros en los fondeaderos.
Una vez amarrados contemplamos al nuevo vecino de pantalán, el ILONA, un megayate de 73 metros y con helipuerto, propiedad del magnate australiano Franck Lowy.