Por la mañanita la tripulación baja prontito a la playa donde están solos durante un par de horas hasta que llega la masa de gente.
Uno de los inconvenientes que tiene fondear frente al restaurante Juan y Andrea es que la gente que llega de ibiza para comer fondea de cualquier manera y desaparece durante unas horas hasta que los barqueros los devuelven al barco y te puedes encontrar una lanchita pegada a ti en el momento que la más ligera brisa se levanta y destapa las carencias de los fondeos. A veces dan ganas de levantarle el fondeo y que la vayan a buscar a Valencia o a Esplamador según sople el viento...
Por la tarde nos movemos y fondeamos frente al restaurante Es Ministre, otro de los clásicos de Ses Illetes, donde la tripulación baja a degustar unos mohitos y disfrutar desde su terraza de su preciosa puesta de sol.
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