La tripulación madruga por la mañana y desayuna pronto. La mañana es magnífica en Playa de Es Trench así que se dan unos buenos baños para soportar la calor que aprieta de lo lindo desde primera hora y luego se ponen en marcha.
Ponemos rumbo a la bahía de Palma con un mar en calma total y sin una racha de viento. Llegamos a Cabo blanco y la situación meteorológica sigue sin cambios, mucho calor, nada de viento y el mar parece una piscina.
Cabo Blanco recibe este nombre por el color de las rocas que aguantan el faro.
Entramos en la bahía de Palma a las 13h con tanta tranquilidad que permite a la tripulación preparar las papillas en marcha y dar de comer a la princesa y ponerla a dormir la siesta.
Nuestro próximo destino será PalmaNova, donde pensamos pasar la tarde y la noche ya que mañana a primera hora las chicas tienen que estar en Palma porque su vuelo sale a las 11h y tienen que ir en bus hasta el aeropuerto.
Cuando quedan pocas millas para llegar, el viento del SW hace acto de presencia y nos permite desplegar las velas y navegar de través sin ayuda del motor hasta PalmaNova.
A las 15h llegamos a PalmaNova donde fondeamos pegados a su lado más sur para refugiarnos del vientecito del SW que sopla en la bahía.
Tras la comida, la tripulación hace la última bajada del verano a una playa mallorquina para pasar la tarde mientras me quedo presidiendo el canal balizado para los patines de pedales y demás artefactos flotantes que se alquilan en esta turística playa en la que cuesta encontrar gente que hable tu idioma.
La noche es de lo más tranquila y la tripulación se retira pronto a descansar, ya que mañana hay que madrugar.
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