Arriba a las 7 a.m. de un día espléndido en Cala Portinatx, con cuatro nubes de decoración y mucha calor desde primera hora de día.
Y de nuevo a la playa tras los desayunos. Toda la mañana jugando en la arena y en el agua. Mucha gente en la playa.
Y de nuevo a la playa tras los desayunos. Toda la mañana jugando en la arena y en el agua. Mucha gente en la playa.
De regreso a mediodía, a la Sirenita le toca cocinar un marmitaco. Mucho calor para ponerse en los fogones, pero es lo que tiene pescar un atún enorme en el viaje de ida de las vacaciones. La Sirenita es una estupenda cocinera y el resultado final es para chuparese los dedos.
Con la barriga bien llena, la tripulación se queda traspuesta en cubierta y siestón los tres de los que marcan una época. Todavía no tengo a la tripulación 100% recuperada del viaje.
Por la tarde disfrutan en el barco con baños y saltos al agua desde cubierta. Ronssets de puesta de sol y cenita ligera en cubierta.
Por la noche muchos mosquitos en cala Portinatx y ni una gota de viento. Nos quedamos atravesados a las olas y toda la noche sufrios un incómodo balanceo.
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