viernes, 8 de agosto de 2014

Crucero de Verano2014 Ibiza-Formentera (6)

La tripulación desayuna y pone pronto rumbo a la costa este de Ibiza. Nada más cruzar el cabo, Mi Capitán se da cuenta de que la elección no ha sido la adecuada. Una importante mar de fondo bien formada y no se divisa ningún barco en el horizonte. Ponemos rumbo a Cala Bosc y luego a Cala Leña y están desiertas.

No esta nada claro quedarse en esta costa, sigue soplando viento y el mar de fondo se ha convertido en mar formada. Mi Capitán, como siempre, toma la decisión más acertada y tras un 180 grados decide volverse por donde ha venido.
Fondeamos de nuevo en Cala Lleó aunque en un peor sitio del que teníamos antes de partir. En dos horas que hemos estado fuera la cala se ha llenado de barcos y pagamos la osadía de nuestro Capitán.
La tripulación pasa el día en cubierta sin bajar a tierra y tras reconfirmar los partes meteorológicos deciden desistir de bajar por la costa este y van pensando ya en bajar por la costa oeste hacía el sur de las Islas Pitiusas.
Antes de que caiga el sol, Mi Capitán decide iniciar la maniobra de levantar ancla ya que sospecha que el ancla esta enrocada. Como ocurre siempre en estos casos, con más maña que fuerza, y maniobrando con mucha prudencia, conseguimos levantar el ancla y ponemos rumbo de nuevo al oeste siguiendo el rumbo inverso al que hemos hecho estos dos últimos días.
Navegamos por la costa Norte durante una hora y al poner rumbo sur se levanta mar y viento de morro. Pasamos con la noche bien entrada Cala Portinatx y a medida que vamos poniéndonos más Sur el viento va arreciando hasta marcar puntas de 19 nudos.
El cuerpo de la tripulación dice basta de bailar y tras cuatro horas de navegación decidimos buscar el fondeo más próximo. El más cercano es la ensanada de San Miquel. Una vez que entramos en la ensanada, parece como que se ha terminado un capítulo y empieza otro. Una paz y una tranquilidad increíble se respira en esta cala, viniendo de donde venimos y del temporal que se ha motado fuera, esto es un gran premio a nuestra travesía.
Ni que decir tiene que La Princesa duerme desde hace horas y eso tranquiliza a la tripulación adulta porque no se ha enterado del meneo sufrido y encima Mi Capitán y La Sirenita podrán descansar divinamente en esta cala.
Esta el mar como un plato y gracias a los dos grandes hoteles que hay al fondo de la cala, el fondeo es muy fácil y luminoso. Me dejan de lujo en el centro de la ensanada y la tripulación se retira a su merecidísimo descanso.

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