Crucero por el Sur de Mallorca (3)

Mi Capitán y La Sirenita son madrugadores, será que no han podido dormir bien y que el rebote de la ola con las piedras de mi popa no les ha dejado descansar todo lo bien que habían pensado. Desayuno en cubierta y pronto salimos de esta cala que se ha convertido en una cafetera.

El día está más tapado de lo previsto. Nos pasan por encima las últimas nubes de las tormentas que han caido esta noche en el Norte y Oeste de la Isla. Solo faltaba que encima hubieramos tenido tormenta esta noche.
Salimos de Port Portals Vells y enfilamos la isla de Sa Porrassa, la que dejamos por estribor y hacemos la entrada oficial (geograficamente hablando) en la bahía de Palma. Pasamos la playa de Magaluf, donde hay algunas de las casas más espectaculares de la Isla de Mallorca, colgadas de los acantilados y con vistas a la bahía de Palma. Tenemos una brisa de SE y el cielo se esta abriendo. Vuelve a brillar el sol y decidimos torcer la punta de Sa Porrassa y fondear en la gran playa de Palma Nova, refugiada de los vientos de Sur y que parece una enorme piscina de agua salada.
Es una zona de turismo extranjero, con bares y restaurantes en los que los camareros no saben hablar español.
Aquí pasamos todo el día y a la tarde Mi Capitán y La Sirenita deciden cambiar el fondeo. Nos vamos a las Illetas, unas islas de aguas espectaculares que estan 4 millas al norte de Palma Nova. Levantamos el fondeo y nos dirigimos hacía allí. Al asomar la proa en la bahia y salir del resguardo que nos da la punta de Sa Porrassa las cosas empiezan a cambiar. Sopla un viento del SW de 15 nudos de intensidad y un mar algo más alborotado que la piscina de Palma Nova.
Al llegar a Les Illetas, comprobamos que no se puede fondear. Primero porque esta petado de barcos, y segundo porque el viento y el mar dan de lleno y no vamos a estar bien aqui.

No estamos resguardados y los veleros que veo se mueven mucho, asi que hacemos una tourné por las islitas y damos media vuelta. Nos volvemos a Palma Nova que esta mucho más tranquilito.
Al llegar fondeamos en primera linea de playa y a los pocos minutos se va el barco que tenía la mejor posición.

Mi Capitán raudo y veloz ordena levantar el fondeo y nos movemos. Aquí si que dormiremos de cine esta noche. Casi refugiados de todos los vientos excepto del Norte.
A las 19h, y cuando el sol ya no aprieta tanto, deciden bajar a la playa a jugar a las palas y hacer algo de deporte, estirar las piernas y bañarse tocando fondo.


Al regresar, contemplan otra bonita puesta de sol, cenan y a descansar plácidamente toda la noche.