Retirada y regreso al C.N.El Balis

A las 16:15h, Mi Capitán decide abandonar la regata y comunicar por radio al barco de seguridad y seguimiento que nos retiramos porque tengo una via de agua y nos volvemos a El Balis. No lo puedo asegurar del todo, pero creo que al de Seguridad se le pusieron los pelos de punta al saber que un barco se retiraba por una via de agua y que se encontraba a 26 millas del puerto más cercano.

Nos estuvo llamando cada media hora para saber si todo iba bien y si creiamos que ibamos a llegar a puerto. Desde aqui quiero agradecerle sus muestras de preocupación hacía mi y mi tripulación. También hay que agradecer el trabajo de la tripulación del SALAO TU, que nos hizo de puente con el barco de seguridad y nos mostraron en todo momento su apoyo y preocupación.

La verdad es que yo no las tenía todas conmigo. Mi Capitán achicaba agua y cuando pasaba un rato, yo volvía a tener la misma cantidad o más.
Comprobaron si entraba agua por la corredera, pero estaba seca.
Comprobaron si entraba agua por los desagües de los baños, pero estaban los dos secos.

Comprobaron si entraba agua por los desagües de cocina, pero estaban secos.
Comprobaron todos los grifos de paso que atraviesan el casco y no daba la sensación de que por alli entrara agua.
Mi Capitán seguía achicando agua con la bomba manual porque la eléctrica no funcionaba. Y más agua, y más agua, litros y litros de agua.
Mientras iban comprobando todas las diferentes posibilidades y navegábamos rumbo al Balis, nos pusimos en contacto con El Armador para comunicarle nuestro abandono y nuestro regreso a puerto. Nuestra hora prevista de llegada eran las 20:30, y en principio, alli me dejarían.
Los ánimos en cubierta eran de una gran decepción. No tan solo por la averia y por la triste retirada de la regata, sino porque además Mi Capitán y La Sirenita se quedaban sin su semanita de vacaciones.

A las 20:30, y con puntualidad británica haciamos entrada por la bocana de El Balis y cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos en el pantalán, tras el marinero de las amarras, a Mi querido Armador junto a Johnny Mc Guivert, una de las personas que mejor conocen mis entrañas, por no decir la que más. Menudo sorpresón!!!

En menos de dos minutos, y mientras Mi Capitán todavía amarraba los muertos, ya los tenía abordo, medio barco desmontado y todo patas arriba. Es que son unos fenómenos.
Primera observación de los expertos: "¿¿El agua que hay en la sentina es dulce o salada??" Mi Capitán aún alucina con la pregunta. Dedos al agua, dedos en la boca y la primera conclusión: ES AGUA DULCE.
No estoy haciendo aguas, no me estoy hundiendo, toda el agua de mi sentina es agua dulce. No hacía falta buscar fisuras en el casco, ni grifos de paso ni las mil y una comprobaciones que había realizado Mi Capitán. Estaba perdiendo agua, pero era dulce, y tal cantidad de agua dulce sólo podía venir de mis depósitos.
Comprueban el depósito de proa.

Comprueban el depósito de popa.

Y bingo en la popa... El calentador de agua caliente esta reventado. Tiene una importante grieta y va perdiendo agua. Cuando se vacian los 40 litros del calentador, el depósito le envia 40 litros más de agua y el calentador los vuelve a perder hacía la sentina. Osea que una vez vaciados los 240 litros de agua con los que tome la salida, ya no hubieramos perdido más agua.

Reparación de urgencia, se hace un by pass en el depósito de popa y se deja el calentador inutilizado. La Sirenita rellena de nuevo los depósitos y se comprueba que ya no hay fugas de agua.
El Armador y Johnny Mc Guivert se apean del barco a las 22:30h, entre risas y sonrisas y se despiden de Mi Capitán y La Sirenita con unas hermosas palabras:
"QUE VAYAN BIEN LAS VACACIONES CHICOS".
Pepe Goteras y Otilio habían hecho más de 100 kilometros para repararme, habían estado dos horas trabajando a bordo y les esperaban 100 kilometros más hasta regresar a sus casas y todo ello sin tan siquiera cenar...


Señores, que quieren que les diga, cuando uno se queda sin palabras, pues eso, que se queda sin palabras...