domingo, 4 de julio de 2010

Crucero2010 por las Pitiusas (3)

Amanece un día espléndido en Cala Binirras. La imagen de la cala a las 7:30h de la mañana hacía presagiar un buen día de sol y navegación.


Nuestro borneo no es muy acompasado con el del resto de embarcaciones, y nos hemos situado encima de nuestra ancla, así que Mi Capitán decide ir a comprobar que esta pasando con la cadena.

Comprueba que estamos liados a unas rocas llenas de algas y la cadena no trabaja bien. Tengo esa rara sensación, de que tenemos muy poca cadena en el agua, pero el problema es que más de la mitad de la cadena no esta trabajando y es por eso que estamos borneando mal.
Mi capitán enciende el motor y sin tocar el molinete del ancla hace un giro que extraña a nuestros vecinos. El problema queda solucionado.
A las 12h del mediodía y cuando estaba ya planeada la salida de la cala para empezar a bajar hacía el sur de la isla, el cielo se encapota rápidamente y caen las primeras gotas de agua. El mar esta como un plato, no sopla nada de viento y llueve poquito, luego para, luego llueve otro poquito, en fin, que mi tripulación decide abortar la salida y deciden quedarse a pasar el día donde están.



La Sirenita pasa el día tragando hojas del libro que se ha comprado para la semana, pero que le durará tres días... a La Sirenita le encanta leer y se engancha rápido al libro y luego no puede parar.
Mi Capitán entra, sale, se cobija de la lluvia, luego vuelve a salir, luego contempla la cala, luego se pone pensativo, en fin, que da la sensación que no sabe que hacer.
Antes de comer y a la espera de que el cielo empiece a despejarse, Mi Capitán decide limpiar la Melva que pescó ayer, para cenarla esta noche.
Con gran arte y maestría, abre el pez, y lo descuartiza minuciosamente, le saca las espinas dejando la raspa pelada, le saca la piel con gran delicadeza y saca cinco magníficos filetes que luego convierte en tacos para hacer a la sartén vuelta y vuelta esta noche.


A las 18h, Mi Capitán, arto ya de no hacer nada, decide que no dormirá dos días en la misma cala y que como ya esta despejando, se irán a la cala de al lado y así de paso cargaran baterías.
El nuevo destino es la bahía de puerto de San Miguel a dos una milla de cala Binirras, donde hay dos pequeñas calitas antes de la playa principal.

Una de ellas parece que es del agrado de Mi Capitán, porque posicionándose de nuevo el primero de la fila, como a él le gusta, decide echar el ancla.
Es una pequeñísima y bonita calita en la que por fin vemos los primeros rayos del sol desde que amaneció esta mañana. Se trata del caló d'es Moltons.
Mi tripulación decide dar un paseo con la dinghy para conocer ese nuevo rincón de Ibiza. Hay una Isla a la entrada de la cala, es Isla Bosch, con una edificación muy bonita y unos preciosos jardines que la rodean. Un lugar privilegiado.


Tras el paseo y las duchas, Mi Capitán y La Sirenita saborean un excelente Ronsset preparado por ella, mientras contemplan como el sol se pone en el horizonte. Este es uno de los momentos del día preferidos por mi tripulación.
Tras la puesta de sol, Mi capitán cocina esa magnífica melva que ha limpiado esta tarde y que acaba teniendo un magnífico aspecto y presentación en la mesa.



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