sábado, 10 de julio de 2010

Crucero2010 por las Pitiusas (9)

Hoy será nuestra última mañana en las Pitiusas. Han sido nueve días de fantástica meteorología y hoy para no ser meno,s amanece también un día extraordinario. La playa esta desierta a primera hora de la mañana y Mi tripulación decide bajar a tierra para realizar alguna compra fresca y preparar las comidas de la travesía.


Mi estampa desde tierra es magnífica.

Mi Capitán me controla de reojo desde lo alto de la cala.


Tras regresar de la compra y realizar un buen desayuno para iniciar la travesía con el estómago lleno, Mi Capitán se encarga de subir y estibar la dinghy a bordo en cubiert,a mientras La Sirenita prepara las comidas y cenas del día.


Levamos anclas de Cala Tarida y ponemos rumbo Noroeste, para pasar entre Isla Conejera e Isla de Esparto y ponemos proa a casa cuando son las 12 h del mediodía.


Superamos el faro de Isla Conejera por el través y nos despedimos de Ibiza.


Tenemos un buen viento del Norte de F3-F4 pero no será posible navegar a vela porque nuestro rumbo y el del viento son exactamente iguales.

Mi Capitán decide abrir un poco el rumbo para conseguir que la mayor nos lleve un poquito y nos permita coger por la amura de estribor el oleaje incómodo que se esta levantando. El viento se establece entre los 15 y 18 nudos una vez salvado el refugio que ofrece la isla, así que deciden tomar un rizo y navegar con mayor comodidad.


El día es magnífico, hace mucho calor aunque el viento de proa da una sensación de fresquito que lo hace más llevadero.
Mi Capitán decide cambiar la artillería de pesca que ha puesto para costear y carga las cañas con artillería pesada para sacar algo importante en la travesía.
La jornada transcurre sin ninguna novedad destacable. El viento se mantiene estable del NNE con F4 y de la pesca nada de nada.
Durante la tarde, el tráfico de mercantes en el canal es constante.
Nos cruzamos con uno por babor,


nos cruza uno por popa,

nos cruza otro por estribor,

y otro por babor que nos da juego con la puesta de sol para hacerla, una vez más, diferente a las de días anteriores.


Una tarde tranquila de navegación y con los cuatro sentidos puestos en divisar mercantes.

A medida que va cayendo el día el viento va amainando, aunque el mar sigue siendo peleón. La puesta de sol parece que será obstaculizada por unas nubes que se divisan al oeste, pero que acaban haciéndola más atractiva si cabe.



1 comentario:

windi dijo...

Una lástima ese pretérito perfecto de la segunda frase.

La estampa de la puesta del sol presagia viento fuerte al día siguiente. Espero que os resulte llevadero.

Buena mar!