Tal y como estaba previsto, la noche ha sido movidita, con esa olita de través que te entra en la bahía y que te deja el barco atravesado al mar y te menea durante doda la noche.
Hoy es mitad de crucero así que siguiendo el plan mínimo preestablecido, vamos a navegar hasta Alcudía para pasar allí una noche y aprovisionarnos de alimentos frescos para las papillas de la princesa, además de reforzar la bodega del Capitán que se ha visto disminuida más de lo previsto, o estaba mal calculada como dice él...
Ya que tenemos que navegar unas veinte millas, Mi Capitán decide subir la dinghy abordo y no arrastrarla hasta Alcudía, además de que será mucho mejor para amarrar en el puerto.
Abandonamos Cala Costa de los Pinos con un bonito sol y aprovecharnos para aproximarnos a la costa y descubrir esta desconocida bahía.
Seguimos rumbo norte con algo de viento del NE y un poco de mar de fondo.
Superamos Cap Vermey,
superamos el Islote d'es Farayó,
superamos Cap de Pera,
superamos cabo del Freu,
superamos el Morro de Aubarca,
superamos el Farayó de Aubarca,
superamos Cap Farrutx,
y entramos en la bahía de Alcudía tras casi tres horas de navegación sin éxito en la pesca y sin poder navegar a vela ni un solo minuto.
Nos aproximamos al puerto de Alcudía donde tenemos reservado un amarre para esta noche.
A las 14h hacemos nuestra entrada en Alcudiamar, un magnífico puerto que cuida todos los detalles, donde siempre te atienden de maravilla y donde los precios son bastantes correctos.
Dicen que el mundo es un pañuelo y aveces los hechos lo confirman porque nos amarran en el 560 al lado de nuestro compañero de puerto, el NIRVANA III, que esta en el 562.
La tripulación prepara la comida y tras la sobremesa se da un paseo por el puerto.
A media tarde, tras las duchas y los uniformes de gala, la tripulación se va a dar un paseito por Alcudía, y ya no los volví a ver hasta la medianoche.
3 comentarios:
¡Qué alegría que retoméis la actividad en el blog!
Ahora comprendo los motivos de la ausencia. Bienvenida a este mundo de locos, Olivia.
Nosotros este verano no nos hemos podido plantear largas travesías porque justo hace un año que nuestro Daniel estaba en la situación actual de Olivia y ahora apenas soporta estar quieto más de una hora.
Aunque la agilidad a la hora de moverse a bordo es notoria, no nos quedamos del todo tranquilos por su inconsciencia: en cuanto ve la posibilidad, si ve aguas cristalinas, allá que se tira y hay que estar pendientes.
Gracias por hacernos disfrutar de vuestra navegación.
Muchas gracias por el comentario.
Ha sido un año entero amarrado en el puerto, pero como tu bien sabes, ha valido la pena la espera para Mi Capitán.
Espero poder acabar de relatar las aventuras del verano en breve.
Esperemos también poder coincidir algún día con el YULUKA en algún fondeadero.
Lo que no sabes es lo privilegiado que eres por tener un Capitán como el que tienes. La mayoría de las embarcaciones, que están separadas de su tripulación por varios cientos de Km, te envidian por tenerlo tan cerca, aunque en este caso haya estado obligado a desatenderte por una fuerza mayor (o menor, según se mire).
Esperamos con ansias esos relatos.
Ojalá el YULUKA y tú compartáis fondeadero algún día porque como compartáis travesía sería incapaz de mantener tu ritmo.
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