martes, 14 de agosto de 2012

Crucero de verano2012 Mallorca (11)

Esta mañana a la tripulación le ha costado desperezarse. Ha sido la Princesa la que ha hecho sonar el despertado. Mi Capitán se va a las duchas y vuelve con el pan y una ensaimada para La Sirenita.
Tras los desayunos toca la hora de los aprovisionamientos antes de que el calor apriete de verdad.
Tras las compras por Alcudía toca la hora de baldearme y dejarme guapo para el resto de las vacaciones.


Tras el baldeo toca la hora de pasar por la lavandería a recoger sabanas, toallas y ropa de la princesa que hemos mandado lavar.
Tras la lavandería, la tripulación pasa por Capitanía para echar cuentas y se despiden hasta la próxima visita.
A las 15h dejamos el amarre tras despedirnos de la tripulación del NIRVANA TRES y nos dirigimos a la gasolinera para rellenar depósitos de gasoil. Y es en la gasolinera donde se produce el tercer y más importante sobresalto de las vacaciones.
Tras la espera de nuestro turno, nos abarloamos en la gasolinera y nos disponemos a llenar el depósito... pero el tapón del depósito del gasoil no quiere abrirse. A la media hora de intentar todo lo imaginable para abrir el tapón con la ayuda de los marineros de la gasolinera, Mi capitán se dirige a las tiendas náuticas del puerto en busca de consejos y ayuda. Nos prestan una maneta de winche nueva para intentarlo y no hay manera. Nos prestan un aparejo para intentarlo y no hay manera. El tapón esta totalmente aatascado, esta con una presión exagerada, esta cerrado por el increible Hulk y la estrella de la apertura es ya casi una circunferencia.
Tras hora y media en la gasolinera y tras agotar la paciencia de la sudorosa y desesperada tripulación y la amable marinería del club, Mi Capitán decide rellenar las cuatro garrafas de 20 litros que tiene en el tambucho y salir de la gasolinera y del puerto para no provocar un exagerado atasco.
Ante la duda de si será o no posible rellenar los depósitos de gasoil, la tripulación decide fondear en la bahía de Alcudía, junto a la bocana y meditar la situación antes de abandonar definitivamente el puerto por si necesitamos asistencia técnica.

  
Esta bastante claro que el tapón del depósito no se va a poder abrir, así que quedan varias opciones por probar.
Mi Capitán, una vez fondeados en la bahía, vacía por completo el camarote de estribor y se sumerge en el interior de mis entrañas para intentar abrir el tapón del gasoil desde dentro, pero esa es otra tarea imposible, una de las bridas que sujetan el tubo que va del tapón al depósito no quiere abrirse.





El siguiente intento es probar por el otro lado del tubo, el que conecta directamente al depósito del gasoil. Esa brida no se resiste y ya tenemos por donde meter el gasoil al depósito.


Luego toca pensar en montar un aparejo estable y buscar un trozo de manguera que quiera entrar en el codo de 90 grados que tiene el depósito.



A todo esto son ya las 19h y Mi Capitán esta empapado en sudor y en un estado de ánimo que mejor no decirle nada y dejarle trabajar.


Tras comprobar que el aparejo es estable y de fiar, se procede a vaciar las garrafas en el depósito, con cuidado, con paciencia y manchando lo mínimo posible. A estas alturas de la tarde el olor a gasoil del camarote empieza a ser preocupante.


A las 21h las cuatro garrafas de 20 litros están ya vaciadas dentro del depósito y la sentina del camarote esta más limpia que cuando me sacaron del astillero.


La tarde ha sido de lo más tensa y entretenida. Por suerte para todos, con un final feliz. Fuera las cosas están sobre lo previsto según la meteo, viento del NE F3-4 que entra en la bahía y que hace presagiar otra noche movidita en la mecedora del DASUMO.


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