Mi Capitan se levanta prontito y mientras La Sirenita sigue durmiendo se va a tierra a comprar el pan y un periódico del día. Hoy el sol vuelve a brillar de lo lindo y ya desde primera hora aprieta la calor. Al volver y tras el desayuno llevan intención de ir a Cala Macarella para pasar el día, pero al llegar alli descubren que es prácticamente imposible fondear sin tener que tirar el ancla en la cubierta de algún otro barco. Deciden seguir rumbo Oeste hasta la siguiente cala que es Cala Turqueta, la cual esta algo más vacia y nos podemos colocar bien fondeados en el centro de la cala y cerquita de la playa. Las aguas de este lugar son espectaculares y le valen el nombre de la cala. Tenemos unos 10 nudos de viento pero aqui estamos bien refugiados.
Mi Capitán y La Sirenita hacen una rápida inspección en la Auxiliar y luego hacen una detallada inspección con los patas, gafas y tubo, recorriendo la cala enterita.
Después de comer y tras una relajada sobremesa, deciden moverse, poniendo rumbo a la última cala de las que veremos en Menorca, ya que han decidido dar mañana el salto a Mallorca. Dejamos Cala Mitjana, pasamos por Cala des Talaier y entramos en Cala Son Saura.
Mamma mia!!!! Cala Son Saura, el paraiso. Mi Capitán y La Sirenita se quedan sin palabras cuando entramos en Son Saura. Es un paisaje espectacular. Una cala virgen y salvaje, de aguas transparentes como pocas, con tonalidades de diversos azules, todos ellos preciosos y dos espectaculares playas de arenas blancas que les dejan boquiabierto.
Yo, hablando con sinceridad, creo que es la mejor cala de las que he estado nunca. Fondeamos en el lado Este de la cala, como recomienda la guia Imray que llevamos a bordo. Cerquita del canal que da acceso ala playa. Una vez fondeados y viendo las posibilidades que ofrece la cala, Mi Capitán decide levantar el ancla y buscar un lugar de fondeo más exclusivo. Yo, que le conozco como si lo hubiera parido, se que busca un hueco donde pueda dejarme encima de aguas turquesas.
Esta buscando un fondeo donde pueda ver mi ancla desde la proa del barco, y como es muy tozudo, tras recorrernos toda la cala, sorteando barcos y barcos, finalmente encuentra el hueco que estaba buscando.
Se dan unos bañitos y se van a la playa con la Auxiliar, para realizar una inspección más detallada de las blancas arenas y los pinos que practicamente llegan al agua. Se dan un buen paseo y vuelven para preparse unos Ronssets y disfrutar de la espectacular puesta de sol que nos depara el último día de fondeo en Menorca.
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