De madrugada volvía a repetirse la situación del día anterior. Más de veinte nudos sostenidos en Cala en Porter, con la gran diferencia de saber que tras 40 horas fondeados en el mismo sitio, mi ancla debía de estar perfectamente clavada y eso te da la tranquilidad de poder seguir durmiendo a pierna suelta. La situación es curiosa porque fuera de la cala no se veia que hiciera mucho viento pero dentro de ella si. Tras el almuerzo y después de avisar al barco que teniamos delante de nuestra intención de movernos, nos ponemos en marcha. Como que más vale prevenir que curar, ponemos las defensas e iniciamos la maniobra de levar ancla con 20 nudos y varios barcos fondeados cerca nuestro. Todo sale a la perfección y abandonamos Cala en Porter con sus más de veinte nudos de Norte y salimos a mar abierto donde no tenemos más de 10-15 nudos del Este.
Navegamos a la francesa (solo con génova) a más de seis nudos de velocidad durante una hora. Atravesamos la enorme playa de Son Bou, superamos el Illot de Binicadell y fondeamos en Cala Trebaluguer, una cala salvaje, sin edificaciones y con unas aguas claras y transparentes. Hay poquitos barcos fondeados y tiramos ancla en el centro de la cala a una profundidad de seis metros.
El día es soleado y caluroso, aunque el viento que sopla lo hace más agradable y soportable.
Aqui pasan todo el día, entre baños, salidas de reconocimiento haciendo snoorkel y por la tarde se van a la playa para descubrir un rio navegable con Tender, que sube una milla y media tierra adentro aunque no lo navegan.
Con la caida del sol, el viento desaparece por completo, quedando una mar de fondo que entra en la cala y que nos hace bailar más de lo que nos gustaría. Entrada la noche, el mar de fondo desaparece por completo y Mi Capitán y La Sirenita duermen a las mil maravillas.Navegamos a la francesa (solo con génova) a más de seis nudos de velocidad durante una hora. Atravesamos la enorme playa de Son Bou, superamos el Illot de Binicadell y fondeamos en Cala Trebaluguer, una cala salvaje, sin edificaciones y con unas aguas claras y transparentes. Hay poquitos barcos fondeados y tiramos ancla en el centro de la cala a una profundidad de seis metros.
El día es soleado y caluroso, aunque el viento que sopla lo hace más agradable y soportable.
Aqui pasan todo el día, entre baños, salidas de reconocimiento haciendo snoorkel y por la tarde se van a la playa para descubrir un rio navegable con Tender, que sube una milla y media tierra adentro aunque no lo navegan.
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